Las lágrimas no dejaban de correr de sus ojos. No me gustaba nada la condición en que se encontraba, a este punto nadie sabia lo que le ocurría ya que se notaba que no era lo de siempre. La miré directamente para ver si encontraba algún sentimiento oculto en esos ojos de avellana, pero solo encontré más lágrimas.
-Por favor, no me dirás que te pasa.- le pregunté una vez más.- Sabes que odio verte llorar.
- Tú lo sabes, si solo me prestaras un poco más de atención, no estarías preguntando esto ahora.- me respondió secando sus últimos restos de lágrimas.
- Disculpa, si? Es sólo que...ultimamente estás díficil de tratar.- le dije haciendo una mueca.
- Está bien, me he sentido sola estos días, al parecer todos viven en burbujas distintas. -
- Escucha, si todos fuerámos iguales esas burbujas de las que hablas se llenan y revientan. No sigas creyendo que estás sola, no eres la única persona en el mundo.
lunes, 11 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me gusto tu blog, no solo esta entrada sino que las demas tambien... lo encontre porque tambien soy seguidor de lizz
ResponderEliminaresta me gusto por lo cierta y sencilla que es, ademas de lo real que parece... siento que estoy consolando yo a esa pobre niña